Una ola rizada elevando, perdida, una balsa.
Un soplo de aire rompiendo, seca, una rama.
Un dado mostrando su cara y decidiendo quién gana.
Un vaso fulminando el silencio de una noche callada.
Un beso fogoso culminando una enamorada velada.
Una hoja volando, indecisa, entre la espesa arbolada.
Una gota de agua diezmada al ser congelada.
Un perro hambriento por culpa de una alma malvada.
Un puño dejando, rabioso, una pared agrietada.
Una llama calentando, solitaria, una dama.
Un rayo penetrando un cristal de una humilde posada.
Un sabio observando, sentado, la plenitud de la nada.
Un grano de arena rodando entre la orilla mojada.
Una niña con una varilla creyéndose un hada.
Un trueno avisando la llegada de una tarde enojada.
Un párrafo dictando el futuro de una sociedad enfadada.
Un hálito ahumado dibujando una calle curvada.
Una idea, ilusionada al nacer y muriendo olvidada.
Un leve traspiés empañando el baile de una balada.
Un lienzo deseando sentir la eternidad dibujada.
Un pez, huidizo, escapando de una muerte salada.
Una rueda, adueñada, girando y frenando asustada.
Un verso invadiendo una mente y dejándola helada.
Un pálpito latiendo al compás de una esperanzada mirada.
Un canto de un ave surcando el alba ventada.
Un copo de nieve cayendo en la montaña más elevada.
Un distinto destino esperando tras la misma trazada.
Una lágrima cruzando, aquejada, una mejilla rosada.
Un grillete danzando al tempo de una pena forjada.
Un silencio: Confirmando una batalla ganada.
Un recuerdo, maldito, avivando la nostalgia pesada.
Un duelo, sangriento, animal, resumiendo la historia pasada.
Un niño pateando un balón con toda su fuerza arrojada.
Una flecha, puntiaguda, temblando en una cuerda tensada.
Un rastro de grava siguiendo una joven recién casada.
Un valiente guerrero afilando, entre carnes, su espada.
Una pluma intentando escapar de una almohada arrugada.
Un caimán observando una chica al hacer la colada.
Una llave abriendo una puerta que jamás podrá ser cerrada.
Un espejo reflejando en, fría, una cara, otra encrucijada.
Una estrella brillando, en el cielo, tan sola como acompañada.
Una blanca vida al nacer, negra al yacer y volando morada.
Un poeta impidiendo eternizar a sus versos, entrelazada,
una melodía que, aunque no esté acabada,
acalla clavando, furioso, su pluma cansada
en un punto, dejándola así por fin silenciada.
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